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El distanciamiento social a bordo duplicaría el costo de los pasajes

Published on 07/05/2020

Si las aerolíneas se vieran obligadas a aplicar medidas de distanciamiento social en los aviones (sentar a los pasajeros dejando un asiento libre en el medio), el precio de los pasajes podría aumentar entre 43 y 54%, y con ello las empresas sólo lograrían cubrir sus costos.

El distanciamiento social a bordo duplicaría el costo de los pasajes

Apenas el economista jefe de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés), Brian Pearce, terminó de detallar el impacto económico que la medida de distanciamiento social a bordo tendría sobre las castigadas cuentas del sector, David Powell, asesor médico de la Asociación, explicó que hay evidencia de que el riesgo de transmisión de Covid-19 a bordo de los aviones es bajo.

CUESTIÓN DE MEDIDAS
Durante una teleconferencia, los expertos detallaron que la distancia social mínima que se requiere para evitar contagios es de 1 a 2 metros, y dejar libre un asiento entre dos pasajeros habilita una distancia de aproximadamente 50 cm por eso, entre otras cosas, IATA se opone a la idea de dejar los asientos del medio vacíos, una de las posibilidades que en análisis con los gobiernos del mundo para reanudar los viajes aéreos.
Aunque el método se puso en práctica en China –uno de los primeros países en retomar la operatoria aérea- en IATA están convencidos de que eso no mejoraría la seguridad de los pasajeros.

LAS PRUEBAS
“La evidencia, aunque limitada, sugiere que el riesgo de transmisión de virus a bordo de un avión es bajo, incluso sin medidas especiales”, dijeron durante la conferencia y citaron como ejemplo “pruebas realizadas” en diferentes vuelos.

Caso 1. El rastreo de contactos para un vuelo de China a Canadá con un pasajero sintomático Covid-19 no reveló ninguna transmisión a bordo.
Caso 2. El rastreo de contactos para un vuelo entre China y Estados Unidos con 12 pasajeros sintomáticos de Covid-19 no reveló ninguna transmisión a bordo.
Y agregaron que que “la comunicación con las aerolíneas miembros de IATA indica resultados similares”.

Una encuesta informal de IATA a 18 aerolíneas identificó, entre enero y marzo de 2020, sólo tres episodios de sospecha de transmisión en vuelo de Covid-19, todos de pasajeros a la tripulación.
Otros cuatro episodios fueron informes de transmisión aparente de piloto a piloto, que podrían haber estado en vuelo antes/después (incluida la escala). No hubo casos de sospecha de transmisión de pasajero a pasajero.
Un examen más detallado de IATA del rastreo de contactos de 1100 pasajeros (en el mismo período) que resultaron positivos después del viaje aéreo no reveló ninguna transmisión secundaria entre los más de 100.000 pasajeros en los mismos vuelos. Sólo se encontraron dos casos posibles entre los miembros de la tripulación.

MÁS ARGUMENTOS
¿Por qué razón el Covid-19 se transmitiría menos a bordo de un avión que de otro medio de transporte? En IATA citan algunas razones:

Los pasajeros miran hacia adelante con interacciones limitadas cara a cara.
Los asientos proporcionan una barrera para la transmisión hacia adelante o hacia adentro de la cabina.

El flujo de aire desde el techo hasta el piso reduce aún más el potencial de transmisión hacia adelante o hacia atrás en la cabina, además, las tasas de flujo de aire son altas y no conducen a la propagación de gotas de la misma manera que en otros ambientes interiores.
Los filtros de aire de partículas de alta eficiencia (HEPA) en los aviones modernos limpian el aire de la cabina con una calidad equivalente a la de un quirófano de hospital, con la ayuda de altos niveles de circulación de aire fresco.
“El entorno de la cabina naturalmente dificulta la transmisión de virus por una variedad de razones. Eso ayuda a explicar por qué hemos visto poca ocurrencia de transmisión a bordo. En el plazo inmediato, nuestro objetivo es hacer que el entorno de la cabina sea aún más seguro con medidas efectivas para que los pasajeros y la tripulación puedan regresar a viajar con confianza. La detección, los revestimientos faciales y las máscaras se encuentran entre las muchas medidas que recomendamos. Sin embargo, dejar el asiento del medio vacío no lo es”, enfatizó Alexandre de Juniac, director general y CEO de IATA.

CONTROLES ANTES Y MEDIDAS DURANTE
Ya no hay quién dude de que nada –ni ningún sector- será igual cuando la pandemia haya pasado. Y la industria aérea es uno de los ejemplos más claros de eso.

Aunque repiten que las soluciones a largo plazo para el Covid-19 dependen de la ciencia médica, y hasta el propio CEO de IATA habló de la necesidad de contar con “una vacuna, un pasaporte de inmunidad o una prueba eficaz que pueda administrarse a escala”, los diferentes involucrados piensan y diseñan medidas para “reiniciar la industria” cuanto antes.

Con la mayor parte de la flota de aviones de pasajeros en tierra y la decisión de algunos países de mantener sus fronteras cerradas (la Resolución 144 emitida por la Argentina generó especial preocupación en ese sentido), los números están al rojo vivo.

Saben que para volver a operar -y recuperar la confianza de los gobiernos que así lo habiliten y de los pasajeros para que vuelvan a volar- es clave poner en marcha una serie de medidas cuya combinación reduzca el riesgo de contagio.

ESCENARIOS POST CORONAVIRUS
En los diferentes escenarios que se trazan para el post coronavirus, los expertos estudian medidas variadas que abarcan desde la llegada e ingreso en las terminales aéreas, el proceso de check-in, abordaje y comportamiento en el avión, el desembarco y los trámites migratorios y de recolección de equipaje.

Powell dijo ayer que usar mascarillas (barbijos, tapaboca) y cobertores faciales a bordo (tanto los pasajeros como la tripulación) son parte de los recursos que permitirían reanudar los viajes de forma segura.

También se mencionó la posibilidad de que las aerolíneas tomen la temperatura a los pasajeros y al personal aeroportuario.

Entre los cambios se habilitaría la entrada a las terminales aeroportuarias exclusivamente de los pasajeros.

Durante el vuelo se propone limitar el movimiento en cabina; incrementar la frecuencia de limpieza en la misma, y simplificar los procesos de reparto de alimentos para minimizar la interacción entre los pasajeros y la tripulación.

Y, cuando estén disponibles a gran escala, casi como si estuviéramos sumergidos en alguna de las tantas películas de ciencia ficción que reflejan el mundo tras alguna hecatombe, hasta quizá se exija una suerte de “pasaporte de inmunidad”.

EL IMPACTO ECONOMICO
Con el distanciamiento social en los aviones, pocas aerolíneas lograrían alcanzar el equilibrio económico, aseguran en IATA.

Según cálculos de la Asociación, si fuera obligatorio dejar un asiento libre entre dos, el índice de carga máxima se reduciría al 62%, muy por debajo de la cifra de equilibrio del sector, actualmente del 77% (el año pasado, sólo 4 aerolíneas tenían factores de carga de equilibrio inferiores al 62%, agregaron).

“Las aerolíneas están luchando por sobrevivir. Eliminar el asiento del medio aumentaría los costos. Si esto se compensara con tarifas más altas, la era de los viajes baratos llegaría a su fin”, comentó Juniac, quien volvió a mencionar la posibilidad de que las aerolíneas que no puedan recuperar los costos con tarifas más altas, “irían a la quiebra”.

En la misma línea, en una entrevista con Trade News, Luis Felipe de Oliveira, presidente ejecutivo de la Asociación de Transporte Aéreo de Latinoamérica y del Caribe (ALTA) hizo la misma advertencia: “Sin el apoyo de los gobiernos habrá una pandemia de bancarrotas en la región”.

Desde el sector se enfatiza además la paradoja que significa el hecho de que el transporte aéreo es clave para el momento en el que la actividad intente retornar a la normalidad por la rapidez con la que se puede reponer stocks, por caso.

“El mundo necesitará una sólida conectividad para recuperarse tras el colapso económico provocado por la pandemia”, concluyó Juniac.

Fuente: Trade News


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